La República Popular Democrática de Corea, que es su nombre oficial, es según algunos medios de comunicación “una república estalinista dictatorial” o “monarquía comunista hereditaria”.
Ante esto, me gustaría hacer dos comentarios:
1. Muchos medios occidentales (de Europa y EE.UU.) se ponen de acuerdo en criticar a Corea del Norte de muy mala manera, faltando al respeto a sus líderes y a su pueblo.
2. ¿Saben de verdad si los norcoreanos viven bien? En mi opinión, a ellos les da igual, sólo les preocupa hundir su gobierno.
Por eso, os aconsejo que cuando recibáis una noticia en la que se hable muy mal o muy bien de un país, es mejor cuestionarlas e intentar contrastarlas buscando otras fuentes.
El poder en Corea del Norte se organiza de la siguiente manera: presidente eterno Kim Il Sung, fundador de la patria; presidente de la Comisión Nacional de Defensa o Líder, actualmente Kim Jong Un, también Jefe de Estado y del partido de los trabajadores de Corea; presidente de la Asamblea Popular Kim Jong Nam, que equivale a presidente del gobierno y elegido democráticamente cada 4 años.
Por otra parte, existen 3 partidos políticos: el partido de los trabajadores, el partido socialdemócrata y el partido chondoista, los cuales forman un único frente popular unido para el pueblo.
Corea es uno de los pocos países en el mundo que todavía sigue el sistema socialista, el cual se opone al fascismo. Por este motivo tienen mis respetos: ¡fuerza pueblo de Corea!
Con todo ello, no quiero decir que el sistema socialista y/o comunista sea perfecto pero sí mejor que el capitalismo, ya que con este sistema o tienes dinero o no puedes vivir bien y tienes que trabajar para otros que se forran a tu costa.
Monumento conmemorativo de la fundación del Partido de los Trabajadores de Corea, en Pyongyang.
Matías Zaracho
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