Ha pasado muy rápido, pero sí. Se ha cumplido un año de la muerte de David Bowie. Un año sin este genio de la música que nos dejó un último disco y un legado inmenso. El 8 de enero de 2016, Bowie publicó Blackstar, el día de su 69 cumpleaños. Y para sorpresa de todos sus fans, murió dos días después por culpa de un cáncer.
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| Una gran estrella |
Algo que le caracterizaba eran sus ojos, cuanto menos extraños: su pupila izquierda estaba dilatada permanentemente por culpa de un puñetazo que recibió en el ojo cuando era pequeño; los médicos se lo salvaron, pero su ojo quedó así.
Ojos
Ojos
Y otra característica son sus álter ego, que le acompañaron durante casi toda su carrera musical.
Sacó su primer disco en 1967, pero ganó fama con el sencillo ‘’Space Oddity’’, que lanzó dos años después. Su primer álter ego fue Hunky Dory, que apareció por esta época y con el disco de 1971 con el mismo nombre. Se caracterizaba por un estilo femenino y sofísticado, y Bowie hizo de la androginia su seña de identidad, como podemos ver en su posterior evolución.
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| Siempre magnético Bowie |
En 1972 volvió convertido en Ziggy Stardust, su segundo álter ego y el más conocido. Resurgió gracias al sencillo ‘’Starman’’ y al disco The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars. Su estética se radicalizó, y su afán por romper con los roles estéticos de género se hizo más potente con el uso de maquillaje y su ropa con cortes y estampados. Ziggy era un extraterrestre (el hombre de las estrellas) andrógino que había llegado a la Tierra. Y cambió el rock.
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| Bowie en una de sus múltiples caracterizaciones |
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| Uno de los reyes de la ambigûedad
Fue en esta época cuando se declaró bisexual, y el error que supuso contarlo para él, alegando que aunque en Europa no había habido ningún problema, sintió que en Estados Unidos era lo que lo definía. No quería convertir su bisexualidad en lo más importante de su carrera, aunque luchó contra la homofobia.
En 1973 llegó su tercer álter ego: Aladdin Sane (y su 6º álbum, que llevaba el mismo nombre), con el que llevó a Ziggy al extremo. El nombre viene de un calambur, ‘’a lad insane’’ (un chico insano, loco), que dedicó a su hermano, que era esquizofrénico. Creó un estilo abstracto que se convirtió en una influencia transformadora e inmensa.
Y fue en 1975 cuando consiguió su primer éxito en Estados Unidos, con su sencillo “Fame”, que escribió con John Lennon, y su respectivo disco Young Americans, que fue un cambio radical para con lo que había triunfado en Reino Unido.
Su último álter ego fue “The Thin White Duke” (El Delgado Duque Blanco), que apareció en 1976 con el álbum Station to Station. Era el menos extravagante, nada que ver con Ziggy o Aladdin. Su estilo era elegante y de estética comedida, quizás más parecido a Hunky Dory. Declaró que fue la época que más le atormentó debido a sus adicciones. Su personalidad cambió debido a la cocaína; era un personaje vacío que para Bowie fue alguien muy desagradable.
Ya en los 80, consiguió el n°1 con su sencillo “Ashes to Ashes”, del disco Scary Monsters. Colaboró con Queen en el n°1 de las listas de venta “Under Pressure”, un temazo que junta a las que son, probablemente, las dos mejores voces de la historia.
Sus últimos discos fueron The Next Day (2013); Nothing has changed, un recopilatorio publicado en 2014 y que incluía una canción nueva, ‘’Sue (Or in a Season of Crime)’’; y ‘’Blackstar’’, más oscuro y personal.
Y este, señoras y señores, es David Bowie, un genio que transmitió sentimientos a través de la música con temas filosóficos y literarios. Ofreciéndonos cada pedazo de su ser tanto con Ziggy como Aladdin como con Lazarus o el Duque. Nos mostró cómo era dejando ver cada parte de su interior con cada otro él. Es increíble cómo cada canción llega a lo más profundo de un modo u otro, no solo por su voz sino también por sus letras y lo que pueden significar para ti, lo que te puede hacer sentir o incluso hacerte reflexionar.
Un cantante de primera y que, como decía al principio, nos dejó un legado musical que hace que, aunque ya no esté entre nosotros, podamos revivirlo cada vez que le damos al play.
Isabel Fuente
13/02/2017
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